America Latina.

Este poema fue escrito por Gabriela Brimmer. Una escritora mexicana de padres extranjeros.

Lo maravilloso de esta escritora, es el como logró vencer su parálisis cerebral, a través de las palabras que lograba transmitir por medio de la única parte de su cuerpo que se lograba mover: su pie izquierdo.

Esta mujer es increíblemente excepcional porque sin importarle nada, estudio y logró superarse hasta cursar la universidad en la UNAM, sin embargo, no lo hizo sola; sino que con la ayuda de su nana Florencia y la pequeña niña que adoptó Alma Florencia fue una de las escritoras que en mi muy humilde opinión es la mejor del mundo.

Aquí les dejo este poema, esperando que realmente lo disfruten.

También es para reflexionar que; sin importar cuales son tus límites, siempre, siempre podemos superarlos con la perseverancia y la decisión.

América Latina me dueles
desde el fondo de mi sangre,
me hieres en lo hondo
de todos mis sistemas corporales
porque eres mía, mi patria
la gran patria herida, la madre,
la tierra, el cielo, el viento
que pasas por las pirámides
y canta, silva, metiéndose
por las ruinas, y los rascacielos
los edificios derrumbados
por terremotos y guerras
intestinales.

América Latina, déjame llenar
tus heridas de palabras: Se
que estás derrotada, cansada,
triste y angustiada de que tus
propios hijos te vendan al
mejor postor como en una
gran subasta ¿Quién da más?

Se oye en México, Brazil,
Venezuela, Colombia, Chile,
Panamá, Argentina ¿Quién
da más por su materia prima?

A tí América Latina,
ya te da igual, te violan
por enésima vez el cuerpo
tan bonito, hermoso
porque en el contienes, selvas,
desiertos, trópicos, glaciares
que no le piden nada a nadie.

Cuando me vaya, no quiero que me lloren.
Mi alma se irá por caminos no andados,
no me da miedo cruzar el universo.
Al ire quiero hacerlo con las manos limpias de rencor,
sin odios, sin ambiciones,
eso se lo dejo a los vivos.
Cuando me vaya quiero hacerlo con alivio
y, pasar al otro mundo dejando
una ruta de triunfos.

Me gustaría poder decir al final de mi vida,
que estuve agradecida de haber vivido
y que estuve luchando por una causa noble
como "La libertad del hombre"
Yo estoy encadenada a esta silla.
Yo que estoy presa dentro de un cuerpo que no responde.
Haber amado al hijo y al amigo
y haber cantado canciones cuando se va la
tarde.


Es una métrica curiosa para un poema y esa mezcla entre el dolor por un país y por ella misma, es simplemente, desgarradora.

Les mando un súper besooooo      ;)


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