La Mujer del Rio Cristalino . (Parte 2).

Xochicatzili adoraba los pequeños placeres del mundo: recorrer el dulce bosque, acariciar las flores a su paso, soñar despierta y sobre todo nadar en el río de aguas cristalinas.

Aquel río,  el cual comenzaba su camino en la punta de la montaña más alta del valle.

-Tened un poco de miedo puesto que nadie conocía el verdadero origen de esta-.

Por esta curiosa razón, el pueblo nombro a ese lugar Mizté "La montaña misteriosa". El caudal del río que provenía de esta montaña era tranquilo, silencioso, adormecedor y lleno de secretos obscuros.

Ahí la hermosa Xochicatzili pasaba la mayor parte de su día; besando a la vida y llenándola de ternura, amor y paz.

-Os podría decir que era un dulce ángel en pleno vuelo, un espíritu que no se deja abrazar por los placeres terrenales-.

Su madre, la hechicera del pueblo la odiaba; no por su infinita belleza, ni por la dulzura de su corazón.

Debéis temer pues era por algo aún más tempestuoso, algo que siempre guardaba en su alma llena de rencor y venganza. Algo que le roía todo su ser con cada amanecer de un  nuevo día y que detestaba saber que nadie en el pueblo se acordará de ello.

Mientras tanto la hija de la hechicera crecía indiferente a los deseos de venganza de su madre; ella disfrutaba de su vida en todo momento.

Un día, mensajeros de las tribus vecinas llegaron con una devastadora noticia: invasores armados con animales extraños, armas que escupían fuego y vestimentas que brillaban con el sol habían destruido sus hogares, matado a los niños y violado a sus mujeres.

-¡O Dios!, ¿Qué hacer ahora? ¿Huir, quedarse?, ¿Morir o vivir?..


Por: Jimena Mena.


Queridos lectores, les dejo la segunda parte de la historia de Xochicatzili, espero les este gustando mucho.
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Les mando un súper beso y abrazo     ;)