La Señora.

La vi por primera vez cuando entre a trabajar en ese aburrido y rutinario lugar.

Se sentaba sola en una pequeña jardinera y contemplaba el pasar de las horas con tranquilidad.

Al principio no la tome en cuenta, al igual que muchas otras personas más que pasaban a su lado y simplemente la ignoraban.

Con el pasar de los días y con la dulce tristeza reflejada en sus ojos, mi curiosidad comenzó a surgir; ¿Quién era ella?, ¿A quién esperaba todos los días en soledad?

Desde la comodidad egoísta de mi auto la observaba; algunas veces sentada, otras parada y rara vez leyendo, diferentes posiciones y actividades pero siempre sola, siempre triste... Siempre esperando.

¿Quién era esa señora que siempre esperaba?, ¿A quién o qué esperaba?

A través de los meses imagine tantas cosas sobre su vida, su soledad y su nostalgia.

Un día finalmente deje de verla como una pequeña desconocida y empece a verla como una amiga cercana y lejana al mismo tiempo; pero una amiga finalmente.

Asimile su tristeza, su mirada, su soledad u su esperanza.

Era alguien con quien no necesitaba hablar simplemente ver y disfrutar.

Eventualmente el trabajo se volvió cada vez más demandante y me fui alejando lentamente de aquella mujer que veía pasar la vida con la curiosidad e ingenuidad de su edad.

La vida se volvió aburrida y rutinaria como el lugar en el que trabajaba y finalmente la olvide por completo.

... Ocasionalmente me pregunto que habrá sido de ella, nunca más volví a verla, nunca más volví a pensar en su mirada, en su nostalgia...

Solo sé que fue mi amiga, solo sé que amaba contemplar a otros... Solo sé que esperaba a alguien con un cierto aire de soledad en aquella pequeña jardinera.



Por: Jimena Mena.

Les mando un gran abrazo y un súper beso, espero les guste mucho compártanlo bonito y coméntenlo precioso.




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