Reflexiones de un Viaje Solitario.

Toma el control de lo que sientes... Sujétame de la cadera y arrincóname contra la pared... Bésame con fiereza, con pasión, con deseo... Con anhelo... Toma todo ese odio mezclado con urgencia y codicia que sientes hacia mi y vacíalo en ese beso... Déjate llevar por ese apetito que guardas en lo más profundo de tu ser... Toma el control del hambre que no logras satisfacer... Sé el tornado que toca tierra y se vuelve imparable... No vuelvas a dudar de lo que anhelas... No dudes de tu rencor, de tu lujuria, de tus celos... No dudes de tu atracción hacia mi... Quiero que me hagas tuya... Hazme sentir lo que tú sientes por mi, lo que deseas de mi cuerpo, lo que disfrutas de mis labios... Lo que ves dentro de mi ser... Mírame a los ojos mientras tu cuerpo me aprisiona, recorre cada centímetro de mi anatomía con tus manos, memoriza cada grieta y montaña de mis labios hambrientos... ¿Puedes sentirlo? Sientes ese fuego que te inunda... Sientes el poder... Ahora... Dé

Siento que me ahogo en un mar sin fin... Siento que nado día y noche en un mar tempestuoso y simplemente no logro llegar a mi destino... Estoy cansada de nadar contra corriente... Mis brazos se debilitan a cada segundo, mis piernas no resisten el peso del agua y mi cuerpo sufre ante los azotes inclementes del frío océano... Quiero rendirme, terminar con esta agonía, esta tortura infinita... Quiero terminar con este sufrimiento... Es tan fácil dejarme ir, simplemente dejar de luchar, dejar de nadar para llegar a un lugar que jamás alcanzaré... Deseo con toda mi alma hundirme en las obscuras profundidades de este mar inhóspito y cruel... Deseo simplemente dejarme llevar, dejar que me consuma... Deseo desaparecer en sus frías aguas para nunca jamás volver... Siento que me ahogo en un mar interminable... Un mar lleno de frustración, dolor, tristezas, odio, rencor, miedo, mentiras... Un océano de lágrimas amargas, de sueños inconclusos, de pasiones superfluas, de amo