Un Minuto.
Llego a la estación de trenes, mis ojos indican tristeza y cansancio pero... nadie se da cuenta de ello. Compro un boleto solo de ida a un lugar que no conozco y que no me importa conocer. Paso por una serie de andenes y llego al que me corresponde, me detengo cerca de las vías a esperar la llegada del tren que me llevará a mi destino. Me encuentro parada en medio de la estación y justo en ese momento surgen millones de preguntas dentro de mi cabeza... Admiro la embelesadora atracción que poseen las vías del tren... En pocos minutos este arribará rápidamente a la estación en la que me encuentro... ...¿Qué pasaría se caigo justo en el momento en que ya no hay vuelta atrás? ¿Me importaría lo que me pase al momento del impacto? ¿Qué tan desesperada me encuentro para hacer eso? ...Son tantas las preguntas que surgen en un solo minuto. ...Puedo sentir la adrenalina que genera mi cuerpo, el aumento significativo de mi ritmo cardiaco y mi respiración, siento el sudor frío que reco