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Mostrando entradas de junio, 2013

Tú Recuerdo.

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Un vago recuerdo de tu rostro invade diariamente mis pensamientos. De camino al trabajo y de regreso a casa trato de encontrarte en cada hombre que me acompaña en este largo viaje... Pero ninguno de ellos... Es como tú.  Recuerdo el dulce contorno de tu rostro, la curiosa textura de tus mejillas al tocarlas. Recuerdo la distancia que debían recorrer mis brazos para envolver tu cuello en un tierno y cálido a brazo.  Recuerdo el olor aterciopelado de tu cabello cuando acababas de bañarte, el sabor de tus labios al tocar los míos en un beso que revelaba hasta el más obscuro secreto.  Recuerdo el peso de tu cuerpo sobre el mío aquella noche en que unimos nuestras almas y la suavidad de tu piel al dormir sobre tu pecho.  Son tantos los recuerdos que tengo de ti y tanta la anciedad de poseerte que he llegado a olvidarte.  Hoy tu rostro es una imagen borrosa, como una foto gastada  y descolorida debido al paso de los años. Ahora pienso que

El Callejón (5º Parte. Final).

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...Leonor se levantó de la cama sintiéndose como nueva. Se bañó, vistió y peino como si nunca le hubiera pasado absolutamente nada. Fue a la cocina y se preparó una taza de café, la saboreo como si nunca en su vida hubiera conocido el sabor del café. ...-Como cambió el mundo a lo largo de estos años... Ahora es más hedonista, más corrupto, más atractivo-. Leonor sonrió con malicia y salió de su casa justo cuando el teléfono comenzó a sonar... el contestador entro y lo único que se pudo escuchar al otro lado de la linea, fue un llanto incesante y devastador seguido de un leve susurro de auxilio. El día de Leonor fluyó como el agua, sin problemas, sin preocupaciones, con cierto placer y emoción. Nadie noto el pequeño cambio en ella, nadie sabía su pequeño secreto.  Tomó café con unas compañeras de trabajo; conoció a un chico que la invitó a tomar unas copas el día siguiente, regresó a su casa y se sentó en el sillón a leer un libro. Todo era normal, curiosamente normal... a

El Callejón (4º Parte).

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Existió un tiempo en mi vida, en el que podía sentir algo más que dolor y desesperación, podía sentir amor, cariño y pasión... Hoy lo único que me mantiene cuerda en este mundo es ese dolor y esa desesperación, me recuerda lo que aún me queda por vivir y agonizar. Me siento miserable, siento que la vida que he llevado hasta este día no valió de nada... Tal ves eso es algo bueno o tal ves no... No lo sé, en este momento eso ya no importa, porque dentro de mi corazón solo queda un infinito vacío... Una negrura inquebrantable. Después de que aquella figura me besara, después de sentir sus labios putrefactos sobre los míos; no quedo nada dentro de mi, solo... Agonía, miedo y obscuridad... Después de todo, la figura simplemente desapareció... se evaporó en la niebla como si nunca hubiera existido. Me quede completamente sola, rodeada exclusivamente por una densa obscuridad, la lluvia comenzó a caer sobre mi, fue ahí que mi cuerpo comenzó a temblar sin razón alguna. Trate de

El Callejón (3º Parte).

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... ¿Por qué la noche es tan larga?, ¿Por qué la oscuridad es pesada?, ¿Por qué?... ¿Por qué?.. El miedo me invade, la soledad me llena y el frío... el frío penetra cada centímetro de mi cuerpo... Arrodillada en medio de la obscuridad me doy cuenta, de quien es al fin esa figura, esa persona a mi lado; su mano aún perforando mi hombro me lo dice... Su tacto es tan familiar, tan único y especial que no lo puedo negar. Mis ojos inundados de lágrimas contenidas durante 10 años miran hacia el fondo del callejón, hacia el pasado, hacía el dolor... hacía la muerte. La obscura figura se inclina hacia mi, puedo sentirla... puedo percibir el aliento a putrefacción proveniente de su boca. Su nariz toca mi oído, me huele y muy lentamente va bajando hasta llegar a mi cuello... ... Suspira lentamente sobre mi...  puedo sentir sus labios tratando de sonreír, tratando de besar la parte más tersa de mi cuello... - Hueles igual que hace 10 años, ¿Cómo es posible que huelas igual?-. Finalm

El Callejón (2º Parte).

       ... Con la angustia y la intranquilidad hundiendo mi corazón y mi alma, me visto y me preparo para enfrentar el pasado.           Tengo miedo, todo mi cuerpo tiembla, a pesar de ello, debo de enfrentar ese miedo frío o de lo contrario nunca podré vivir en paz por el resto de mi vida. Salgo de mi casa, me subo al coche y manejo durante un largo rato analizando mi situación, hasta que logro llegar a ese lugar.           ¿Qué debo hacer?, ¿Qué necesito hacer? Me bajo del coche y camino muy lentamente a la entrada del callejón. La negrura comienza a rodearme y el frío inicia su recorrido por mi cuerpo. Una pesada bruma nace del fondo del callejón y después de un lapso de tiempo en que mis ojos logran acostumbrarse a ella, logró visualizar la figura de una persona.            Quiero negarlo pero no puedo; se quien es, se lo que le hice, lo que sufrió por mi... lo sé todo... negarlo es negar mi propia existencia. Trato de moverme pero simplemente es imposible, gritar tamp

El Callejón (1º parte).

         Tengo un sueño persistente, pero... aún no logro descifrar su significado, sin embargo por la forma en que me despierto de él, no me presagia algo bueno para mi futuro. No lo sé, tratar de pensar en ello es darle rienda suelta a un miedo interno que me eriza la piel.           Hola, soy Leonor, una mujer promedio, con estudios promedio y con sueños muy altos los cuales nunca he podido llevar a cabo. Cuando era una niña pequeña soñaba con un mundo perfecto, pero como siempre las grandes expectativas que tenia de esa vida, se fueron desvaneciendo conforme fui madurando; a pesar de esa decepción, logré continuar con mi vida es por eso que la viví, la vivo y la viviré de la mejor manera... que más me queda por hacer sino eso.           En este momento son las 5:00 de la mañana, aunque trato de volver a conciliar el sueño, simplemente no lo logro, creo que debería darle las gracias a mi sueño extraño por evitar que hoy llegue  tarde a trabajar. Me quedo debajo de las sábanas